Nuestra fuerza es nuestro equipo y en nuestro equipo todas las personas son críticas. Para que La Fábrica de Resultados funcione a pleno ritmo todos sus componentes son imprescindibles. Hoy os invitamos a descubrir el backstage de T2O media en Madrid.
Cuando hablamos de las grandes empresas solemos citar los hitos más evidentes, pedir la opinión de los máximos responsables…y olvidarnos de los detalles del día a día que hacen posible su éxito. En la realidad cotidiana de nuestra empresa, y seguramente de las vuestras también, el trabajo de otros profesionales menos “visibles” es igual de fundamental.
9 de la mañana. El primer gesto: ir a la máquina a por un café-despertador. Los rostros se transforman y el día empieza con optimismo y energía. Y ¿qué decir del chocolate o la Coca-Cola que nos alegran la tarde?
Hay más elementos capaces de influir en nuestro humor y productividad, como por ejemplo nuestra relación amor-odio con nuestra principal herramienta de trabajo: el ordenador. Nuestra dependencia de PCs, teléfonos y conexión a Internet es absoluta e innegable, más aún si somos una agencia de marketing online. ¿Cómo haríamos si nos dejaran solos frente a las cíclicas batallas hombre VS máquinas?
La Fábrica se pone en marcha: suena el teléfono, llaman al timbre, la gente entra y sale. La actividad de una empresa implica gestionar decenas y decenas de encuentros, llamadas, envíos etc. ¿De qué forma podríamos concentrarnos en nuestras tareas si también tuviéramos que estar pendientes de todo esto?
El lugar donde pasamos más horas después de nuestra propia casa es la oficina. ¿Cuán importante es sentirse cómodos en un ambiente limpio y acogedor?
Por todas estas razones, hoy dedicamos un breve vídeo a las personas de nuestro equipo que cuidan estos aspectos clave en el día a día de toda empresa; ellas son uno de los motores sin el cual la Fábrica de Resultados no podría avanzar.
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Hay un buen deseo que nos gustaría compartir con vosotros para el año que viene: ojalá aprendamos a ver y apreciar todas las pequeñas cosas que nos hacen estar bien, sin dar por sentado ningún detalle. Es ahí donde están los cimientos de nuestras grandes conquistas.