La línea que separa un perfil profesional de otro personal es muy fina y, asumámoslo, en ocasiones la actividad en social media puede ser arriesgada. A todos nos vienen ejemplos a la cabeza en los que un sólo tuit o post tambaleó la imagen de algún profesional.
¿Pero, cómo establecer esa línea para diferenciar mejor nuestra presencia profesional y personal en las redes sociales?
En primer lugar, debes tener claro que los objetivos emocionales de las redes sociales personales difieren de los profesionales y es que como demuestra un reciente estudio de Linkedin, cuando se trata de un perfil más personal los usuarios se mueven con el objetivo de socializar, mantenerse en contacto con familiares o amigos, entretenerse o pasar el rato.
Mientras que en otras plataformas como LinkedIn, los internautas buscan promocionar su identidad profesional, descubrir oportunidades de desarrollo, mantener la relación con sus contactos y ampliar el networking estableciendo conexiones útiles.
Si analizamos los sentimientos presentes en un Facebook o un Twitter personal encontraremos nostalgia, diversión y distracción, pero si se trata de cuentas profesionales las emociones predominantes están relacionadas con el éxito, los logros profesionales y la aspiración.
Teniendo en cuenta el aspecto emocional y lo que los usuarios esperan de los diferentes tipos de perfiles podemos establecer una serie de factores clave.
4 recomendaciones para el uso de las redes sociales a nivel profesional:
1.Establece una voz propia y marca personal
Cuando creas un perfil profesional dejas de ser tú mismo/a para convertirte en una marca, por lo que es necesario mantener un estilo propio y un contenido único que sea de interés para tus contactos. Esto no significa que no debas mostrar opiniones personales sino que evites la banalidad y aportes valor diferencial.
Recuerda: es posible mostrar la personalidad en las redes sociales sin necesidad de hacer pública la vida personal.
2. Cuida tus conexiones
Para un perfil profesional debes pensar con anterioridad a qué público quieres atraer y con quién quieres estar en contacto. Asimismo, será necesario que compruebes tu cuenta con regularidad, contestes a tus seguidores y mantengas una actividad constante en grupos y conversaciones.
3. Sé consistente
En un perfil personal puedes establecer tu propio ritmo, e incluso “desaparecer” de las redes sociales por una temporada, porque al fin y al cabo tus amigos y familiares ya te conocen.
Sin embargo no es el caso de un perfil profesional, donde si quieres destacar deberás publicar con frecuencia para mantener la visibilidad y fortalecer el vínculo con tus seguidores, sin perjuicio del tipo/nivel de publicaciones relevantes para tu público objetivo.
4. Evita compartir todo
“Compartir es vivir” y si se trata de una cuenta personal puedes compartir lo que te resulte divertido, lo que te cause inquietud, canciones, imágenes… Y no tiene porqué haber un motivo para hacerlo.
Si por el contrario gestionas un perfil social con fines profesionales debes siempre pensar qué quieres publicar y la razón para hacerlo. La clave es: “no compartas nada que no quieras que sepa un desconocido”.
En definitiva, empieza por mantener claros los objetivos, audiencia, intereses e intenta aportar siempre contenido de valor. Y recuerda, si no tienes algo bueno que decir, mejor no decir nada. 🙂
¿Qué otros aspectos consideras imprescindibles para diferenciar un perfil personal de uno profesional en las redes sociales?